Los
asentamientos informales son la única alternativa para una gran cantidad de
pobladores en América latina que carecen de las posibilidades económicas y
sociales para acceder a la vivienda ¨formal¨, estos asentamientos producen un
espacio urbano interesante a pesar de sus limitaciones y desconocimiento de la
planeación urbana durante su desarrollo.
No por esto
estos asentamientos deben ser observados únicamente bajo la lupa de la
marginalización y la pobreza, si no tal vez bajo diferentes miradas
alternativas para entender estos asentamientos informales como nuevas formas de
hacer ciudad y de construir un hábitat para estas poblaciones vulnerables.
En países como
Colombia el estado busca detener y eliminar estos asentamientos informales,
ofreciendo viviendas formales reubicando estas poblaciones, tarea que para el
elevado número de población que vive en estas condiciones sería casi imposible
para un país con las condiciones económicas como lo es Colombia, esto sin
olvidas todas las dinámicas sociales culturales e idiosincráticas que rompería
una reubicación como esta.
Para las Naciones Unidas, los
asentamientos informales se caracterizan por carencia de los servicios básicos,
viviendas deficientes, y estructuras de construcción inadecuadas e ilegales,
hacinamiento y alta densidad, condiciones de vida malsanas y sitios peligrosos,
tenencias inseguras, pobreza y exclusión social (UNCHS, 2003).
“Asentamientos informales son por
definición proyectos no concluidos en los cuales es central la gestión y
creatividad de los constructores ocupantes, en contraste con la arquitectura
producida por los arquitectos, que enfatiza la forma física de las
construcciones frecuentemente a expensas de los usuarios” (Peter Kellett, 2008:
11)
Teniendo en cuenta la alta
migración del campo a las ciudades y la falta capacidad de estas, para acomodar
la población en los centros urbanos, estas personas se vieron forzadas a
resolver su problema de habitabilidad por su cuenta naciendo asi estos
asentamientos ¨ilegales, informales o populares¨ que de manera progresiva seria
la solución a su problema de marginalidad en una ciudad que no tenía espacio
para recibirlos de manera ¨legal¨.
John Turner realizado en las
barriadas de Lima. Su trabajo trajo a la luz lo que la gente pobre podría hacer
para organizar y mejorar sus casas y sus entornos de vida (Turner, 1976; Turner
& Fichter, 1972). El sugirió que los asentamientos informales –lejos de ser
un problema- pueden ser una solución a la problemática de vivienda y servicios
urbanos; que la gente conoce mejor cómo priorizar y usar los recursos y
satisfacer sus propias necesidades. La idea de desarrollo progresivo comenzó a
ser documentada aquí, y es todavía uno de los principales temas en la vivienda
informal y los asentamientos populares.
Algunos otros señalan que éstas
ideas son también una manera de ejercer control social: “En general la
participación de la comunidad ha sido usada por gobernantes como un medio de
legitimación del sistema político” (Alan Gilbert & Ward, 1984: 780) y crear
una relación „dependiente‟ entre el gobierno y las comunidades pobres, donde
los primeros „toleran‟ la ocupación de tierras y el desarrollo informal para
evadir la confrontación y hacer que la ciudad continúe funcionando (A Gilbert,
Hardoy, & Ramirez, 1982; Alan Gilbert & Ward, 1985).
Esto resume de alguna forma las
dinámicas existentes en Colombia de la formación de estos asentamientos, y como
poco a poco de manera progresiva fueron logrando la legalidad y la posibilidad
de recibir servicios públicos que inicialmente como asentamientos ilegales no
podían recibir.
Lo que pone en duda si está bien
utilizar el término de asentamientos ilegales o informales, cuando finalmente
cualquiera de estos puede convertirse en un barrio más de la ciudad, con otras
dinámicas otros sentidos del urbanismo, de la arquitectura, que están supliendo
de manera ¨adecuada¨ una necesidad, para una población a la cual la ciudad no
le mostro su mejor cara en el momento de emprender su proceso de iniciación.
Los asentamientos informales
también son vistos como innovadores y creativos: “Hoy reconocemos el genio
innovador de los hogares de bajos ingresos, que toman ventaja de las
oportunidades culturales específicas para sobrevivir y mejorar sus condiciones
de vida” (AlSayyad, 1993: 5)
Los
asentamientos populares no tienen que ser vistos como un problema, pueden ser
incluso vistos como una oportunidad, como un modo alternativo de producción de
espacio (Roy, 2009: 826).
El
sector informal surge como un sistema emergente en donde la gente bajo la
sombra de sus necesidades y posibilidades logra una ciudad para ellos, que con
sistemas de optimización de recursos y espacio, tal vez hasta los mismos
arquitectos podrían extraer grandes ideas de allí.
De
esta forma podemos definir el hábitat popular como aquel espacio urbano de
autocrecimiento y autoformación que alberga las clases sociales que pudieron
acceder a espacios formales dentro de la ciudad, y por medio de su ingenio y
trabajo hicieron una ciudad para ellos mismos bajo sus propias necesidades y
posibilidades para así disfrutar de lo poco o mucho que la ciudad tenia para
ofrecerles a ellos.
Esto
claramente implica una serie de retos para lograr mejorar sus condiciones, para
lograr la legalidad dentro de la ciudad que inicialmente solo les ofreció la
puerta de atrás bajo la ilegalidad, pero más que esto es una infinidad de
oportunidades de ver como su trabajo su paciencia puede cada vez acercarse mas
al ideal imaginario de ciudad de legalidad y de una satisfacción de todas sus
necesidades en un lugar que fue creado por ellos.
ALEJANDRO SARMIENTO CUERVO
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